quinta-feira, 18 de outubro de 2018

Um belo recitativo poético



El vino

Sí señor, sí señor,
El vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Que deberían salir cuando el hombre bebe agua.
Va buscando pecho adentro por los silencios del alma
Y les va poniendo voces y los va haciendo palabras.
A veces saca una pena, que por ser pena, es amarga,
Sobre su palco de fuego la pone a bailar descalza.
Baila y bailando se crece, hasta que el vino se acaba
Y entonces vuelve la pena a ser silencio del alma.

Sí señor,
El vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Cosas que queman por dentro, cosas que pudren el alma
De los que bajan los ojos, de los que esconden la cara.
El
vino entonces libera la valentía encerrada
Y los disfraza de machos, como por arte de magia.
Y entonces son bravucones, hasta que el vino se acaba.
Pues del matón al cobarde, sólo media la resaca…

Sí señor,
El vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Cambia el prisma de las cosas cuando más les hace falta.
A los que llevan sus culpas como una cruz a la espalda.
La
impura se piensa pura, como cuando era muchacha,
Y el astado regatea la medida de su drama.
Y todo tiene colores de castidad simulada.
Pues siempre acaban el vino y los dos, en la misma cama.

Sí señor,
El vino puede sacar cosas que el hombre se calla.
Pero¡ qué lindo es el vino!
El que se bebe en la casa del que está limpio por dentro
Y tiene, y tiene brillando el alma.
Que nunca le tiembla el pulso cuando pulsa una guitarra,
Que no le falta un amigo ni noches para gastarlas,
Que cuando tiene un pecado, siempre se nota en su cara.
Que bebe el vino por vino, y bebe el agua por agua.

Alberto Cortez*

*José Alberto García Gallo (Rancul, La Pampa, 11 de março de 1940), mais conhecido como Alberto Cortez, é um  cantor e poeta argentino.

P.S. Este poema esta na internet declamado pelo próprio autor.

O vinho
  
Sim senhor, sim senhor,
O vinho pode trazer coisas sobre as quais o homem se cala.
Que deveriam sair quando o homem bebe água.
Vai procurando, peito adentro, pelo silêncio da alma.
E ele vai pondo vozes e vai fazendo palavras.
Às vezes recebe uma pena, que por ser pena é amarga.
Sobre seu palco de fogo, a põe a bailar descalça.
Baila e bailando, cresce, até que o vinho se acabe
E então volta a pena a ser silêncio da alma.

Sim senhor,
O vinho pode trazer coisas sobre as quais o homem se cala.
Coisas que queimam por dentro, coisas que apodrecem a alma
daqueles que abaixam os olhos, daqueles que escondem a cara.
O vinho, então, libera a valentia reprimida
E os disfarça de machos, como por arte de magia.
E então, são valentões, até que o vinho se acabe.
Pois do valentão ao covarde, só meia a ressaca...
  
Sim senhor,
O vinho pode trazer coisas sobre as quais o homem se cala.
Muda o prisma das coisas quando mais lhe faz falta.
Daqueles que carregam suas culpas como uma cruz nas costas.
A impura pensa que é pura, como quando era mocinha,
E o chifrudo regateia a medida de seu drama
E tudo tem cores de castidade simulada,
pois sempre que acaba o vinho e os dois, na mesma cama.

Sim senhor,
O vinho pode trazer coisas sobre as quais o homem se cala.
Mas! Que lindo é o vinho!
Aquele que se bebe na casa daquele que está limpo por dentro
E tem, e tem brilhando a alma.
Que nunca lhe trema o pulso quando tocar uma guitarra.
Que não lhe falte um amigo nem noites para gastá-las.
Que quando tiver um pecado, sempre se nota em sua cara.
Que bebe o vinho por vinho e bebe a água por água.



Um comentário:

  1. Ouvir o Poema do próprio autor realmente dá outro tom.
    O vinho é um belo complemento para um bom papo.

    ResponderExcluir